Para activar el elemento Tierra debes permanecer quieto en la experiencia. Para equilibrarlo en caso de exceso de tierra ( pesadez, pereza, depresión…) puedes usar el fuego que te eleva, te alegra y te da esperanza, y el aire que crea espacio y ayuda a la limpieza.
Respecto a la relación contigo misma y con los demás la tierra te da la conexión física y la quietud. Para trabajarla en relación con tu propio Ser debes rendirte al momento presente, aquí y ahora. Disfrutar de la dulzura y comodidad de la existencia encarnada con la Madre Tierra.
En relación con los demás, te ayudará mantener la atención de tus sentimientos y sensaciones en la presencia del otro. Ser sensitiva a como tus sentimientos se expanden o alteran con la relación. Manténte presente a cualquier cambio que suceda dentro de tu cuerpo y conciencia.
Con relación al cerebro, el elemento Tierra corresponde al lado Izquierdo ( masculino): lo práctico, lo racional, el análisis, la visión objetiva, la funcionalidad, la parte consciente de la psique… Aún así su polaridad correspondiente es Yin/ Femenina y a nivel de función dentro de lo humano se relaciona con las sensaciones/ lo práctico.
Cuando el elemento tierra está desbalanceado aparecen la inseguridad, el aislamiento emocional, la negación de las necesidades emocionales, los sentimientos de falta de poder, victimismo, vulnerabilidad y miedo.
El lado positivo del elemento tierra es la madurez emocional, la capacidad de nutrirse una misma, de experimentar las emociones como una fuente de poder, la seguridad y paz interna y externas.
La naturaleza del elemento tierra es la densidad, la solidez, la estabilidad y las sensaciones permanentes.
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